LAS AVENTURAS DE UN GORRION EN PRIMAVERA

pequeñito que no podía volar en el suelo. Resulta que los gorriones, cuando ya les han salido todas las plumitas, se aventuran fuera del nido y muchas veces se quedan durante unos días en el suelo, donde los padres los siguen cuidando y alimentando, hasta que pasados unos días, se animan a emprender el vuelo y seguir a sus padres en la aventura de la vida. Es por ello que si vemos un gorrión joven en el suelo, no debemos molestarlo, pues seguro que sus padres están cerca y pendientes de él.

Solo debemos coger un gorrión cuando:
1_ Cuando vemos que el gorrión es demasiado joven. Esto lo podemos ver en gorriones que todavía no tienen todas las plumitas o todavía tienen gran cantidad de plumón.
2_ Cuando la vida del gorrión corra peligro, por encontrarse en un zona de tráfico de coches, zona de alcantarillado o cualquier situación que consideremos potencialmente peligrosa para el gorrión.

Qué hacer cuando llegamos con el polluelo a casa:
Los polluelos no son capaces de generar su propio calor, por lo que es muy importante mantenerlo calentito, incluso en verano. Lo podemos colocar bajo una lámpara de calor o cerca de una estufa (cuidado de no excedernos con el calor).
Los gorriones pequeños necesitan ser alimentados cada 2-3 horas, y para ello podemos usar una papilla para embuchar que venden en las tiendas de animales o crear una nosotros mismos a base de pienso de perro molidito con agua. Nunca debemos darles leche pues los gorriones no la toleran y podría morir. Para alimentarlo podemos ayudarnos de una jeringuilla pequeñas sin aguja, o en algunos casos ayudarnos con un palillo de dientes pequeñito. Al principio debemos forzar un poco al polluelo, abriendo con mucho cuidado su piquito e introduciendo pequeñas cantidades de comida, hasta alcanzar una cantidad aproximada del tamaño de un garbanzo o una avellana en el caso de gorriones más grandes.
Tenemos que tener en cuenta que los gorriones son animales salvajes y muy inteligentes, por lo que con el tiempo es mejor volver a dejarlo libre. Poco a poco le podemos enseñar a comer por sí solo, ofreciéndole pequeñas cantidades de alpiste, migas de bizcocho y de pan. Una vez que el gorrión come solo, podemos colocarle un comedero en nuestro jardín, donde él se acostumbrara a comer, y una vez que lo liberemos, probablemente vuelva a hacernos una visita.